sábado, 25 de abril de 2009

UN PEQUEÑO CUENTO



Angelina Cortázar
25 abril 2009.

Tengo en mis gratos recuerdos, la convivencia de mi niñez con unas bellas personas que marcaron mi vida hacia el rumbo que debería seguir. Mientras mi madre recorría los campos del ‘Kankab’ (1) de Muna, en su trabajo como maestra y Agro bióloga, mi hermano y yo quedábamos al cuidado de ‘Choli’ como cariñosamente llamábamos a la persona que nos cuidaba.

Ella era muy sabia, todos los días nos llevaba a buscar agua: ella con su cántaro y nosotros nuestras latas, porque había que ir por ella a lo largo de 4 Km. de ida y 4 de vuelta. Por lo general, nuestras latas llegaban vacías a la casa, pero el recorrido lo hacíamos de la manera más hermosa que un niño a esa edad podría tener. En todo el trayecto, doña Choli, nos contaba cuentos, pero de aquellos cuentos que solo en una etapa de mi vida como extensionista volví a escucharlos de boca de Don Manuel, un campesino amigo de Sinanché.

Uno de esos cuentos todavía anda en mis recuerdos, y de repente se asoma en los momentos de mayor cansancio o de desasosiego que estos nuevos tiempos traen a nuestras vidas. Les contaré uno y tratare de hacerlo como si recordará las palabras de nuestra linda nana.

El dialogo con Choli, iniciaba más o menos así:

--¿falta mucho para que lleguemos?--- yo preguntaba.
--claro que si, ¿pues no te acuerdas que este camino es muy largo?---
---Además si cuentas tus pasos, como lo estás haciendo, viene el alux y te revuelve y tienes que volver a empezar y entonces haces como que regresas al camino que saliste y pues vamos a tardar en llegar--- decía Choli pragmáticamente.

--Yo no creo en el alux—respondía

--mas peor, porque el alux puede ayudarte a que llegues rápido, si logras que sea tu amigo--- decía Choli con ese tono de dejadez que suelen hacer los yucatecos.

Y luego remataba:
--y hoy que te pasa, porque no quieres caminar---

--es que hoy estoy floja---, ---siento que no me quiero mover—

--Jaaaá, yo se como te puedes curar, es un remedio que le pusieron a mi compadre Celés, y resulto efectivo---

Y entonces empezaba la magia...de esas palabras salía un cuento que duraba los 45 minutos de caminata al regreso:

---Fíjate que mi compadre Celés, así como lo ves, antes era un hombre muy flojo, pero no flojo como tu que nada mas ahorita estas floja, si no qué él nació flojo. Su mamá lo regañaba mucho y le decía en maya‘Tuzkep’ (2). Su papá sufrió mucho con él porque ese chiquito no quería ir a la milpa, y su papá lo castigaba y lo regañaba, pero nunca quiso entender. —
--Así que vez, paso el tiempo y Celés creció y tuvo novia. Al poco tiempo se quiso casar con ella y entonces fue a ver a su papá para que lo ayude.--

--Su Papa le dijo—

---Y como te voy a ayudar, si tu nunca quisiste ayudarme---. --ahí está la milpa, de ella comiste todos estos años y nunca fuiste a chapear en ella, nunca fuiste a recoger el maíz, nunca ni un camote fuiste a sacar y de donde quieres que yo saque para tu casamiento. Si quieres casarte vas a tener que decirle a la muchacha que te espere cuando menos un año para que juntes para la boda, y vas a tener que trabajar---

--Verás—decía Choli y lo decía con una calma, algo así como para administrar el tiempo para que el cuento dure el tiempo del largo y caluroso recorrido.

--Celés como que no le gustaba la idea de tener que trabajar, pero creo que le gustaba mucho la muchacha que acepto a hacer su milpa e ir a trabajar--.

–Se levantaba a las 4 de la mañana, pero se quedaba en el k’óben de la cocina, no quería salir--.

–Como a las 6 agarraba su caballo y hacia como que se iba y se iba despacio--. – A las 10 de la mañana ya había regresado--. –Cuanta más milpa podía hacer así--.

--así paso el tiempo y un día su mama lo atajo y le dijo: Y tu milpa como esta. Y el contestó. Pues sembré maíz, pero creo que el temporal no lo dejo salir. —

--Jaaaá, dijo su madre---
-- ¿y lograste sembrar calabaza? volvió a preguntar

---Si sembré pero creo que el pájaro se comió la semilla, quien sabe porque no salé—
---Jaaaá, volvió a responder la madre

---y que más sembraste qué no salió: ---

--Pues sembré todo lo que debe llevar una milpa: Macal, ibes, espelones, chile, jicama, maíz, hasta cacahuate puse y no salio nada---

----Jaaá--- respondió la mamá—
--¿y Hoy porque no fuiste a ver la milpa?—nuevamente pregunto la afligida madre

--Es que mi caballo está flojo--. ---Todos los días está flojo, no quiere caminar, yo me tengo que bajar y lo jalo hasta la milpa y cuando llego ya estoy cansado—entonces regreso.

---Jaaaá--- solo eso decía su mama.

Hasta que la señora se canso de que le estén viendo la cara de tonta y le dijo a su hijo:
--Yo tengo la cura para tu caballo.

--Pues dámela porque ya me canse de ese caballo tan flojo—le dijo a su madre.

--Su mama de Celés, fue a la cocina y trajo un chile habanero, de ese chile que pica un montón---

--Sacó su cuchillo y cortó a la mitad del chile y se lo dio a su hijo y le dijo: Agarra esa mitad del chile y le alzas su cola al caballo y se lo colocas en su ‘fundillo’ y vas a ver como se cura tu caballo. —

--El muchacho para no quedar mal frente a su madre siguió sus indicaciones y le alzo su cola al caballo y coloco la mitad del chile donde su mama le dijo---

---Entonces el caballo relinchó y salio corriendo como loco y se fue, sin parar un segundo--- Seguía contando Choli.

--Pues vas a ver que paso—me dijo

--El muchacho se molesto con su mamá y le empezó a gritar: ¡Mira que hiciste, mi caballo ya se fue y ahora como voy a ir a trabajar, yo no voy a poder regresar a mi milpa a trabajar por tu culpa!—

---Dime que voy a hacer ahora---. –Le reclamaba a su mamá—

--Y la mamá, solo le decía:

--Jaaaá—, --es que todavía no se termina el remedio: La otra mitad del chile es para que te la pongas tú en el mismo lugar donde se lo pusiste al caballo, y vas a ver como alcanzas al caballo—

Y en esa parte del cuento, no parábamos de reír y lo disfrutábamos y lo comentábamos

Y yo pregunté --Oye Choli y ¿que paso con tu compadre Celés, se colocó el chile?—

--Jaaaaá, ¡¡¡Claro que se lo puso, hasta traspasar hizo al caballo!!!

Y en esos términos quedaban los cuentos, nunca abunde en mas cosas como para saber si ese remedio podría funcionar para mi, sin embargo ahora cuando me siento cansada, no se porque siempre recuerdo a Choli y su cuento del chile para los flojos.

Gracias por Leer y estar aquí.

Angelina Cortázar.

(1) El Kankab en Yucatán representa a un tipo de suelo dentro de la clasificación maya del suelo y que es un suelo rojizo muy profundo. Corresponde a una parte del suelo arable que la península tiene.
(2) Tuzkep se les dice a quienes son algo así como huevones, es una palabra maya compuesta.

domingo, 19 de abril de 2009

EL LEGADO DE UN PUEBLO


Angelina Cortázar
Abril 19, 2009

Yucatán es una región privilegiada. Nuestra ubicación geográfica, los recursos costeros y las personas que en ellas vivimos, nos hace ser un lugar tan solo apreciado por otras personas especiales como nosotros. Muchos pensarían que somos un pueblo rico en recursos naturales y eso solo aplicaría a las zonas costeras, porque las enormes masas calcáreas y la expuesta roca madre, no nos hace aptos para el desarrollo de actividades agrícolas de gran envergadura.

Yucatán fué una viva imagen de lo que el Nobel de Literatura Jean-Marie Gustave Le Clézio dijo acerca de los pueblos mayas con los que convivió: "En esos pueblos en apariencia más primitivos, hay personas de un gran refinamiento, de un gran valor humano. Tienen mucho que decirnos. Tenemos tanto que aprender de ellos. Son pueblos para los que el arte forma parte de la vida" Este hombre supo mirar bien, o al menos supo mirar desde una óptica muy valiosa, los verdaderos valores que podían circundar en un hombre. Otra cosa que dijo y que ha parecido importante es que: "El encuentro con esos pueblos fue para mí una experiencia fundamental. Me produjo un shock hasta físico. Dejé de ser puramente cerebral. Mi modo de pensar y mi vida cambiaron por completo; cambiaron mi modo de caminar, de dormir, hasta de soñar".

Hay algo de todo esto que de algún modo mucha gente ha sabido apreciar. Somos un pueblo como cualquier otro, ni siquiera alguien que viniera por primera vez sin ningún sentido alertado podría identificar eso que Le Clézio miró. Aquí puede uno encontrarse a una persona y diría que quizá Le Clézio estaba loco, sin embargo la magia de este pueblo no le es dada a cualquiera, tan solo es para quien llega con los sentidos de dualidad que reflejan la magia de nuestro pueblo, por ejemplo: Si tu eres un extranjero o alguien fuera de Yucatán y ese ciudadano Yucateco encuentra en ti alguna similitud en sus valores es entonces que abre su vida y la entrega con toda esa magia de lo ancestral y de la belleza del propio arte de su vida. Esta es la parte que me gusta de mi pueblo, se que también hay otras partes que han crecido como apéndices cancerigenos en su sociedad y su cultura, sin embargo aun está presente esa magia de lo antiguo, ese embrujo milenario, o como decía aquel escritor que tanto me gustaba: Fernando Espejo: "miras a mis paisanos y los vez como figuritas de jainas, asi....bien plantados..y los miras y los malmiras y no te imaginas de que pueden ser capaces ...pero no les revientes las ideas porque te resultan tan doctorados como cualquier doctor de la calle".


En Yucatán como en cualquier parte del país, existe un evidente deterioro de la educación pública en todos sus niveles, producto de negligentes acciones gubernamentales tanto de gobiernos Priistas como Panistas derivados de años de aplicación de medidas neoliberales, bajo un principio de educación clientelar. Maestros y maestras que bajo tratos indignos, gritos y amenazas han implantado un sistema medieval de formación de niños en cuya memoria debería registrar mucho mas el origen y circunstancia de su cultura, antes de ser receptor de la neurosis de un ser humano, mal epíteto de hitler, que trata de encubrir sus deficiencia en culpas ajenas hacia los padres que “no colaboran” en hacerle las tareas a los hijos. Me consta, soy madre de familia de tres hijos que asisten a una escuela pública donde acusan a los padres por no enseñarles a sus hijos a dividir y restar. Aun cuando he cursado grados de Maestría y estudiando un doctorado, jamás he podido tener la pedagogía o el método para enseñar a un niño semejantes ecuaciones, mas aun que mi formación es en las ciencias sociales. Como diría un viejo maestro “quitan el culo de la estaca” y prefieren acusar a los padres de falta de atención antes que asumir su verdadera responsabilidad de formadores de seres en el conocimiento. Los valores y conceptos de vida son responsabilidad de los padres, pero irrefutablemente la formación del conocimiento es responsabilidad suya.

La educación en nuestro país, tiene uno de los niveles mas altos en cuanto a la designación del PIB para su ejercicio, sin embargo el 80 % de ese presupuesto esta destinado a sueldos, salarios y prestaciones para los maestros y tan solo un 20 % para la educación en sí. Esto me recuerda por ejemplo en 2008, cuando se aplico una prueba para la contratación de nuevos profesores, esa prueba fue reprobada por mas del 70% de los pseudoprofesores que la presentaron y el 30% restante la aprobó con las mas bajas calificaciones. Son profesores deficientes producto de otros profesores deficientes, algo así como un caldo muy cocido y apestoso, seres sin vocación que ven en la paga la causa de su supervivencia antes que el valor de su acción.

Y si en la ciudad la educación es deficiente, en el sector rural la situación duplica la proporción: Profesores que no cumplen en tiempo y calidad la formación de miles de niños de origen rural en cuya responsabilidad debiera recaer el enseñar el enorme legado que la cultura ha depositado en sus corazones como un fruto que deberá madurar en seres con un gran valor humano.

Se me antoja entonces pensar cual seria una visión asertiva de la educación en una región como la nuestra. Es quizá Polan Lacki, un hombre que ha escrito muchos artículos en cuanto a la critica de la educación del sector rural en Latinoamérica quien me ha respondido esta pregunta. A su juicio, los contenidos entregados en las escuelas rurales, no se relacionan con la realidad local. Se ha entregado a esos sectores, contenidos disfuncionales “contenidos que no necesitan y que no les permiten ser capaces de corregir por sí mismos los errores que cometen".

Cuando se habla de mejorar la educación ¿de qué se habla? De que tenemos que pasar de 4 a 6 horas de permanencia de los niños en la escuela, pasar de 180 a 220 días de clases, si estamos estudiando seis años, tenemos que pasar a 8 años, mejorar las instalaciones físicas, las bibliotecas, poner computadores, laboratorios, mandar los maestros a postgrados en el extranjero. Uno está escuchando estos discursos desde hace 10, 20, 30 años y las cosas no se dan, el gobierno no adopta estas medidas. Y la pregunta que me hago es ¿por qué los gobiernos no las adoptan? ¿será que son todos malos, todos insensibles con los problemas de la educación?
El problema no está en que llegue o no llegue la internet. ¿De qué les sirve a los agricultores que llegue internet? La esencia de mi propuesta es que el problema no está en la cantidad de horas, días, de acceso a internet o de laboratorios ni bibliotecas. Yo creo que el problema central de la educación rural está relacionado con los contenidos. La historia de Luis XIV, XV o XVI, las guerras de Napoleón, la altura del Everest, las montañas rocosas, el largo del río Nilo, Richelieu, Montesquieu, el imperio romano, la historia de Mesopotamia ¿tienen que ver con la realidad rural latinoamericana?Soy de la idea de que hay que extirpar del currículum esos contenidos de muy dudosa relevancia y pertinencia, por no decir prácticamente inútiles, y reemplazarlos por contenidos útiles. En vez de ayudarlos a memorizar el largo del río Nilo, sería mejor enseñar a los niños a aprovechar el agua disponible de su comunidad, enseñarlos vivir del agua sin contaminarla. En vez de enseñarles sobre las cebras y las jirafas del África, deberíamos enseñarles cómo se crían mejor y con eficiencia las cabras, las oveja, las vacas, para que produzcan y generen recursos para la gente. Enseñar nociones de asociativismo, de solidaridad, primeros auxilios, y no hablar de los jardines colgantes de Babilonia. Enseñarles a producir frutas y a consumirlas para que tengan una mejor ingesta de vitaminas y sales minerales y una mejor salud. En resumen yo creo que la causa de la causas del subdesarrollo está en la mala calidad, en la disfuncionalidad de los contenidos.

Además de todo esto que Lacki dice, yo considero que una formación integral de nuestros niños de Yucatán, debería esta considerado en proporcionarle los elementos temporales y espaciales de su ubicación en el entorno cultural que nos precedieron: ¿cuantos de nosotros conocemos a fondo nuestra cultura Maya?, la sabemos ahí, estática, como un acto vida que otros hicieron. Muy poco de nosotros conocemos que somos parte de un mosaico muy grandioso de la cultura maya, nosotros somos mayab, un nuevo imperio formado por las mejores castas de hombres ilustres de las tierras altas de los mayas del Peten. Nuestros ancestros fueron enviados a estas tierras.. a estas pobres tierras... a fundar un pueblo dedicado a la cultura, a la astronomía, a la arquitectura, al arte y dominio de don de la inteligencia y nuestros ancestros fueron enviados a estas pobres tierras para que ningún otro pueblo las deseara, y este pueblo se dedicara al arte, porque nuestros hermanos mayas de otras regiones, vivieron en zonas con mejores recursos naturales apetecidos por otras culturas y su vocación era la guerra. Separo a los mejores, a los elegidos y los mando a esta tierra del Mayab. Es por ello que en todo el mosaico maya, no se encuentran los edificios que en esta península se construyeron. Nuestros edificios son una obra de arte dirigida al conocimiento de la arqueología, la astronomía y el arte en si. Los demás pueblos construyeron sus edificios en función de su posición social en donde sus registros iban en el orden de manifestar sus proezas de guerra. Nuestro pueblo de Mayab, era un pueblo grandioso de hombres y mujeres elegidos para el arte.

Hoy por hoy, nuestro pueblo enfrenta problemas circunstanciales que nos debe obligar a pensar hacia el futuro. Pero nunca nuestra sociedad deberá perdonar el hecho de que seamos un pueblo que deambula en el universo sin saber su origen ni sus vocaciones ni saber porque hombres de otras latitudes, premios Nobeles o extranjeros u otros seres pueden ver en nuestro pueblo muchas cosas que ni nosotros mismos no vemos y que lastres educativos intentan borrar u omitir por burocracia.

Nos sabemos inteligentes, nos sabemos sensibles, nos sabemos cultos; sin embargo, masas de jóvenes brincan enormes bardas de otros países para vender su mano de obra, llevan en si ese legado divino de su raza, niños de comunidades rurales que sueñan cumplir 18 años para irse “al otro lado” porque en este pueblo que hoy somos, estamos lentamente perdiéndonos en nosotros mismos.