``Por si acaso volvemos a vernos,
allá cuando nada valgamos los dos.''
José Alfredo Jiménez.,
allá cuando nada valgamos los dos.''
José Alfredo Jiménez.,
Eso de la amistad, hasta parece cosa de hombres. Si hay algo que pudiese alimentar mi insana envidia, esta es la manera tan fulgurosa de la amistad entre los hombres.
Es que habría que mirar como platican, como gruñen y como ríen…esa cruel manera de andar en manadas, como en la selva, de burlarse y acotar hacia la nimiedad las cosas mas serias.
A veces como hoy, suelo envidiar esa forma de ser de los hombres. Envidio esa manera tan brutal de cómo la naturaleza los dotó de la plena libertad de zarandearse por la vida como si fueran dueños del mundo…me duele reconocer que eso de las virtudes de la solidaridad hasta parece que solo les fue dado a ustedes los hombres.
Aun cuando me precio de ser una mujer muy bien parada, me cuesta mucho rumiar mis penas, me muerdo mis desgracias y las trago con rencor….quisiera a veces tener los pantalones (o los calzones) bien puestos y quizá meterme a una cantina…y ahí …en ese “latifundio espiritual “como lo llamo Monsivais,, estar sin equívocos ante un confesionario a voz en cuello, el lugar donde se puede hacer el desfile turbio de las imágenes de gloria y humillación y usarlo como el único patrimonio personal.
Creo que José Alfredo Jiménez, el poeta del pueblo, ese que tenía las canciones más profundas, en una de ellas decía que era en una cantina donde hacia el descubrimiento más grande de hermanos y padres instantáneos, y de verdugos y jueces que todavía en un instante eran seres fraternos. En el ensimismamiento del alcohol y su lenguaje alegórico, la cantina era el alma que en cada canción ascendía a los paraísos infernales. …. ¡¡No lloro, nomás me acuerdo….y No me acuerdo de nada porque las pinches lágrimas me empañan el alma.!!! ……¿has escuchado esa canción?.
A mi me sacude esta canción. Es de José Alfredo y me gustaría tener esa convicción masculina de disfrutar la llana compañía del alcohol y de esos amigos espirituales que suelen estar en un lugar de esos…aunque sea nomás por un ratito.
Préndeme fuego si quieres que te olvide
Méteme tres balazos en la frente Has con mi corazón lo que tu quieras
Y después por amor….declárate inocente.
Has a un lado tu orgullo y tus encantos
Yo te voy a querer de todos modos
Porque soy superior con mi cariño
Al amor que te traigan entre todos.
Si vas atrás del mar
Atrás del mar te seguiré
Si vas al cielo azul
Al cielo azul voy contigo
Préndeme fuego si quieres que te olvide
Méteme tres balazos en la frente
Has con mi corazón lo que tu quieras
Y después por amor….declárate inocente.
No quiero apoderarme del espíritu masculino…solo quiero integrar la perspectiva del hombre ante la cruel llanura del desfiladero, al desamparo de los sentimientos femeninos…..
”no lloro ....nomás me acuerdo”